¿Qué pasó en La Vuelta? – «Resumen de la primera semana de la Vuelta a España»

El sábado veintitrés de agosto comenzó la Vuelta a España 2014. Una edición repleta de nombres ilustres entre los que no está su último ganador, el estadounidense Chris Horner.

En este lunes sin bicicletas rodando por las carreteras españolas resumiremos lo que ha sucedido, por ahora, en esta Vuelta en la que han predominado la luz y, sobre todo, el calor de Andalucía, comunidad autónoma por la que ha transcurrido casi íntegramente la carrera. Preparados. Listos. ¡Bang!

Jerez de la Frontera-Jerez de la Frontera

El semáforo de la Vuelta se ponía en verde con una contrarreloj por equipos que tenía lugar por las calles de la ciudad gaditana de Jerez de la Frontera. Un trazado sinuoso que no permitía rodar cómodamente a pleno rendimiento a los especialistas, sobre todo en la primera parte de los 12,6 kilómetros del recorrido. La parte final con mejores rectas era el lugar donde los equipos podían ampliar las exiguas ventajas adquiridas.

El gran favorito para imponerse en la etapa, el conjunto Trek, con grandes contrarrelojistas en sus filas como Fabian Cancellara, Jesse Sergent, Bob Jungels o Krystof Vandewalle, salió por la mañana a reconocer la etapa y varios de los corredores se fueron al suelo. Por la tarde Trek solo pudo ser cuarto en la línea de meta. La caída matinal seguro que mermó sus prestaciones.

Tras el habitual naufragio en la CRE de escuadras como Europcar o Cofidis, el primer equipo en marcar un buen tiempo en meta fue Giant. Poco después, su crono fue batido por un clásico de esta especialidad, el Orica dirigido por Neil Stephens, con corredores como Cameron Meyer, Michael Matthews o Brett Lancaster. Poco le duró la alegría a los australianos ya que el siguiente equipo en cruzar la meta, Cannondale, les arrebató la primera plaza mejorando el tiempo en unas décimas. Sorprendente actuación del equipo verde que se aprovechó de un trazado técnico que minimizaba las diferencias y abría el abanico de posibles ganadores. Poco a poco iban llegando los equipos pero ninguno conseguía batir el tiempo de Cannondale. BMC se tomaba la crono con mucha calma y se despedía de las opciones de victoria. Trek pagaba el susto de la mañana. Belkin hacía un Belkin y no inquietaba. Garmin y su tridente de outsiders se hundían en la clasificación tras hacer la etapa a ritmo de Dan Martin en vez de a ritmo de Andrew Talansky. Katusha a lo suyo, es decir, a perder poco menos de un minuto. De nuevo le tocaba remontar a Purito.

Cuatro equipos quedaban por llegar, los cuatro con potencial como para mejorar lo hecho por Cannondale en la línea de meta. Sky llegaba con un tiempo malísimo teniendo en cuenta su nómina de corredores y su habitual desempeño en las contrarrelojes por equipos. Omega, o más bien Tony Martin, hacía un buen tiempo en meta pero insuficiente para batir a los pupilos de Mario Scirea. Tinkoff mejoraba el tiempo del decepcionante Sky pero no podía acercarse al tiempo de Cannondale.

El triunfo de etapa se decidiría en un mano a mano entre la escuadra italiana y Movistar. En el punto intermedio Cannondale aventaja en unos segundos a Movistar, pero en la segunda parte, en la que había buenas avenidas, el equipo español imprimía un buen ritmo y gracias a corredores como Adriano Malori, Andrey Amador o Jonathan Castroviejo remontaba la desventaja y acababa con las ilusiones de Cannondale. Castroviejo se convertía en el primer líder de la Vuelta 2014.

Algeciras-San Fernando

Segunda etapa, recorrido llano con un pequeño repecho al comienzo de la jornada con la única intención de entregar el maillot de la montaña que sería para el corredor de Garmin, Nathan Haas. Temperaturas cercanas a los cuarenta grados y 174,4 kilómetros por delante. “Andalucía es un lugar magnífico” pensarían muchos ciclistas al paso por las estupendas playas de Tarifa, Zahara, Barabate, Vejer… el maravilloso verano gaditano. El problema es transitar esos lugares en bicicleta en agosto y no poder parar a darse un chapuzón o a tomarse una ración de cazón en adobo en cualquier chiringuito de playa. Algunas voces se han levantado pidiendo ya el tiempo muerto también en el ciclismo. El año que viene que se repita esta etapa pero en bañador y con chanclas.

En la etapa poca cosa, fuga consentida de cuatro: Romain Hardy (Cofidis), Javier Aramendía (Caja Rural), Jacques Janse van Rensburg (Qhubeka) y el dorsal uno de la Vuelta, el sustituto de Horner, Valerio Conti (Lampre) dejándose ver. Neutralización por parte del pelotón y victoria sobrada de Nacer Bouhanni, flamante fichaje de Cofidis. El resto de velocistas, aunque no hubo diferencias en meta, llegaron a media hora de Bouhanni (figuradamente, claro, que hay que explicarlo todo). ¡Ah, y liderato para Alejandro Valverde por puestos!

Cádiz-Arcos de la Frontera

En la Vuelta no todo el espectáculo se reduce a finales en rampas en las que hay que usar crampones . ¡También hay salidas en portaaviones! Bien es cierto que, como ciclismo propiamente dicho, no tiene un gran interés pero a nivel de imagen fue todo un acierto. No sé si se lo pasaron mejor los ciclistas jugando a ser pilotos de cazas o los medios ofreciendo las curiosas imágenes de la salida desde un portaaviones. Supongo que para los medios de comunicación eso es algo tan divertido como para cualquier persona de bien lo es un mono vestido de botones montado en un triciclo. Acierto absoluto de la organización a nivel mediático.

Lluís Mas (Caja Rural), Jérôme Cousin (Europcar), Jonathan Fumeaux (IAM), Danilo Wyss (BMC) y otra vez Jacques Janse van Rensburg (Qhubeka) se disputaron la etapa, sin suerte, en un terreno muy complicado de constantes subidas y bajadas, lleno de puertos no puntuables y otros tres de tercera categoría. El ciclista de Caja Rural consiguió el jersey de la montaña en una emocionante pugna con el francés Cousin.

197,8 kilómetros sin descanso bajo un fuerte calor, un día más, con una llegada difícil que picaba para arriba, y mucho, en la bonita Arcos de la Frontera. La etapa se resolvió a lo Lieja (lo sé, las comparaciones son odiosas pero el final fue muy bonito). Último kilómetro fuerte de Katusha y ataque de Giampaolo Caruso. Por detrás fuerte cambio de ritmo de Dan Martin que se llevó a su rueda a Michael Matthews quien superó al irlandés sin problemas y picó unos segundos que le sirvieron, no solo para ganar sino también, para colocarse como líder de la carrera. El sobresaliente Matthews ya ha ganado en las dos grandes que ha corrido este año, Giro y Vuelta y ¡ojo! Que quiere más.

Mairena del Alcor-Córdoba

Cruzar las provincias de Sevilla y de Córdoba a finales de agosto en las horas de máximo calor no debe ser muy agradable para los ciclistas. El calor es suficiente castigo para el pelotón pero la organización pensó que había que poner un par de puertos en los últimos cincuenta kilómetros para que no se apalancara el gran grupo. La consecuencia de estas dos subidas fue que los sprinters puros de la Vuelta, es decir, Bouhanni y el resto fueron descartados para la presumible llegada masiva ya que la escapada, formada por Gert Joeäär (Cofidis), Javier Aramendía (Caja Rural), Jimmy Engoulvent (Europcar) y Sébastien Turgot (Ag2R), no inquietaba en absoluto.

En la llegada, que picaba para arriba se impuso el alemán de Giant, John Degenkolb. Tras él, el veterano Vicente Reynés de IAM obtuvo una meritoria segunda plaza. Matthews solo pudo ser tercero.

Un día menos.

Priego de Córdoba-Ronda

En la quinta etapa, la Vuelta volvía a Cádiz. En esta ocasión a Ronda. Se volvía a repetir el trazado de continuas subidas y bajadas pero esta vez la fuga solo estaba compuesta por Pim Ligthart (Lotto), que sigue siendo holandés por mucho que Carlos de Andrés se empeñase durante la retransmisión en decir que era belga, y el alemán que, si se lo propone, sería capaz de remolcar una furgoneta Westfalia de esas que utilizan los hippies para conocer mundo, Tony Martin (Omega).

Como Martin además de ser muy bueno no tiene un pelo de tonto, cuando vio que el pelotón no les daba margen se despidió cortesmente de Ligthart y volvió al pelotón. El holandés, que no belga, no es tonto pero no le quedó más remedio que seguir solo para adelante. Seguro que le entraron ganas de parar como Tony pero Ligthart ha venido a eso, a sufrir. La dura vida del buscador de etapas. Por supuesto su aventura no llegó a buen puerto y en el sprint se impuso John Degenkolb por delante de un frustrado y excesivamente gesticulador Bouhanni. Al francés le dio cosica pasar entre Degenkolb y las vallas y se conformó con la segunda plaza, eso sí, a regañadientes y protestando mucho. Por el lado opuesto de la calzada lo intentaron sin suerte Moreno Hofland (Belkin), Jasper Stuyven (Trek) y Paul Martens (Belkin), tercero, cuarto y quinto respectivamente. Matthews fue undécimo; no todos los días son Navidad.

Antes de la resolución, Tinkoff vio que soplaba un poco de viento de costado y no pudo reprimir sus ganas de juguesca. Nueva paliza para Tosatto y Bennati y todo el pelotón a apretar los dientes con la formación de los abanicos. Al final todo quedó en nada y los únicos damnificados fueron los Garmin, Ryder Hesjedal y Andrew Talansky que perdieron más de tres minutos.

Benalmádena-La Zubia

Primer final en alto de la Vuelta. El puerto de la Zubia es un primera durísimo de tan solo cuatro kilómetros con una pendiente constante en torno al 10%. Primera mitad de etapa llana y a partir de ahí un terreno de sube y baja con un segunda y un tercera antes de la ascensión final.

Escapada formada por Lluís Mas, que andaba buscando los puntos para conservar el mayor tiempo posible el maillot de la montaña y el holandés, que no belga (y dale con el cachondeíto), Pim Ligthart, que no tuvo bastante con lo del día anterior. Los fugados cogieron una distancia que incluso les hizo soñar con la victoria de etapa pero a falta de veinte a meta entró en cabeza del pelotón Orica con la fuerza de un tornado. Uno a uno fueron descolgándose corredores ante el ímpetu del equipo australiano. La consecuencia directa de este tirón continuado fue que la fuga se fue a pique en tan solo quince kilómetros. Únicamente Ligthart pudo comenzar el puerto con unos escasos segundos sobre el paquete principal.

La Zubia es un puerto de pocas diferencias que hace mucho daño. Hay que saber dosificarse. Prueba de ello son los ataques de, primero Christophe Le Mével y luego George Bennett. Salieron de la disciplina del pelotón con mucha decisión pero fueron engullidos por el grupo principal a los pocos metros con las rampas de La Zubia atravesadas en la garganta.

La subida la hizo prácticamente Alejandro Valverde imponiendo un ritmo que llevaba a todos los corredores con la lengua fuera. El murciano acababa a ritmo con los rivales que poco a poco iban cayendo del grupo de favoritos. Pasado el último kilómetro llegó el ataque del gran favorito para la victoria, Joaquim Rodríguez. Valverde hizo un nuevo esfuerzo y cogió la rueda del catalán y a falta de pocos metros aceleró y ya nadie pudo seguirle. Victorión de Valverde que tras hacer toda la subida él mismo aún le quedaron fuerzas para salir a por Purito y ganar sobrado en meta. Froome y Contador fueron segundo y tercero. Joaquim perdió unos metros y Quintana unos cuantos más. Con esta victoria, además, Valverde recuperaba el jersey rojo de líder.

Alhendín-Alcaudete

Tras una semana de un calor asfixiante y después del duro esfuerzo del día anterior en La Zubia, el pelotón se tomó la etapa con tranquilidad, lo que unido a la calidad de los escapados propició que en la séptima etapa tuviera éxito por primera vez una escapada.

Cuatro hombres se marcharon por delante en una nueva jornada de constante sube y baja. Ryder Hesjedal (Garmin), Alessandro De Marchi (Cannondale), Johann Tschopp (IAM) y Hubert Dupont (Ag2R) trabajaron codo con codo para pelear por la victoria parcial. Dupont fue el primero en mostrar debilidad entre los fugados y se descolgó en uno de los innumerables repechos. A falta de unos quince kilómetros para la llegada Hesjedal, que se había mostrado muy voluntarioso, se fue al suelo en una curva y perdió comba con sus dos compañeros de fuga. Durante unos instantes esperaron al canadiense pero, al ver que el corredor de Garmin no aparecía, De Marchi decidió que era el momento de marcharse en solitario y soltó a Tschopp en otro de los duros repechos que salpicaban el recorrido. Desde ahí, hasta la meta, paseo triunfal del italiano que encontraba en la Vuelta a España la victoria que tanto se le resistió en el Tour. Gran alegría también para Cannondale tras su tiro al palo en la contrarreloj por equipos del primer día.

Minutos después llegó el pelotón encabezado por Philippe Gilbert (BMC). Aprovechando que, un día más, la llegada picaba para arriba se metió en el sprint Chris Froome que consiguió arañar dos segundos. Al final de la Vuelta todo suma.

Baeza-Albacete

Es extraño ver una etapa completamente llana un sábado de gran vuelta. Afortunadamente lo que parecía que iba a ser un tostón se arregló gracias al viento. Era etapa llana pero tenía la trampa de que el pelotón transitaría por los desolados campos de Albacete, allá donde el Quijote se batía en duelo con los gigantescos molinos de viento.

Poco iba a durar la escapada de salida de Javier Aramendía (Caja Rural) y Elia Favilli (Lampre) gracias al trabajo de Français des Jeux y Giant-Shimano equipos muy interesados en que hubiese una llegada masiva.

A falta de unos treinta kilómetros para la meta el viento albaceteño hizo acto de presencia y aparecieron los entretenidos abanicos. El pelotón se fracturó en varios grupos ante el empuje dado por Tinkoff y Sky. Hay que ver lo que le gusta al equipo ruso tensar la carrera en cuanto sopla el viento de costado desde que en la edición del Tour de 2013 obtuviera un buen puñado de segundos gracias a los abanicos. A partir de ahí, muchos nervios y tensión y, por supuesto, mucha velocidad. En un momento de la carrera Nairo Quintana fue incapaz de seguir el ritmo del grupo y provocó un corte en el que se quedó sin compañeros. Por suerte para él apareció Giant que le permitió reenganchar con el grupo cabecero algunos kilómetros más tarde.

Ya en las calles de Albacete los equipos de los velocistas prepararon la llegada en la que se impuso Nacer Bouhanni tras un larguísimo eslalon izquierda, derecha, izquierda con un último golpe de bicicleta hacia el lado que cortó la progresión de Michael Matthews quien parecía que podía rebasarle en los últimos metros. Acción sancionable la del francés que, aun así, no le costó la descalificación. Un desaparecido Peter Sagan fue tercero en la línea de meta pero lejos de la disputa de la etapa.

Carboneras de Guadazón-Aramón de Valdelinares

La última etapa disputada hasta la fecha ha sido el segundo final en alto de esta edición. La numerosísima fuga se disputó durante varios kilómetros. Al final treinta y un corredores entraron en ese grupo cabecero en el que había ciclistas de la talla de Julián Arredondo (Trek), Tom Boonen  y Carlos Verona (Omega), Eduard Vorganov (Katusha), Damiano Cunego y Winner Anacona (Lampre), Ryder Hesjedal y Johan Vansummeren (Garmin), Jérome Coppel (Cofidis) o Dario Cataldo (Sky) entre otros. Escapada con corredores muy buenos que podría llegar a meta siempre y cuando hubiese entendimiento. De todos los escapados, el mejor situado en la general era el colombiano Anacona a 2´50” del jersey rojo.

En el pelotón, relativa calma que permitió que los fugados se jugasen la victoria de etapa. La proximidad de Anacona en la general, eso sí, provocó que Movistar tuviera que trabajar para controlar la escapada con el objetivo de conservar el liderato.

Casi encadenados se encontraban el Alto de San Rafael, de segunda categoría, y la ascensión final a Valdelinares. En el penúltimo puerto, terreno idóneo para las intentonas, se marchó el propio Anacona en busca de la etapa y del maillot de líder. Tras él salieron el escalador de Movistar, Javier Moreno y el croner de Trek, Bob Jungels. Por detrás, Damiano Cunego, compañero de Anacona, hacía un trabajo estupendo haciendo de tapón y saliendo a todos los intentos de persecución del trío cabecero.

En la subida final a Valdelinares Jungels no pudo seguir el fuerte ritmo del colombiano y quedó eliminado. Poco después Anacona cambiaba de ritmo un par de veces acabando con la oposición de Moreno. Se trataba ahora de conservar la ventaja y dosificarse para optar al liderato y evitar que otros compañeros de la fuga se le acercasen por detrás.

En el pelotón Sky imponía su habitual tren de subida con Kiryienka y Kennaugh. Ningún favorito se atrevía a moverse mientras se iban consumiendo los kilómetros. Justo debajo de la pancarta de tres a meta saltó, valiente, Dan Martin. El ciclismo de pinganillo ha llegado a un punto en el que para ver más espectáculo en las subidas habría que adelantar cuatro o cinco kilómetros la pancarta de tres a meta. Raro es el día en el que alguien se mueve antes de esa distancia. En cualquier caso, el movimiento de Martin, dejó al descubierto la debilidad de Chris Froome que cayó a cola del grupo perseguidor y a duras penas podía seguir la rueda del fiable Mikel Nieve (vaya fichajazo hizo el año pasado Sky). Martin había sido neutralizado pero ningún favorito tensaba el grupo para dejar atrás a Froome hasta que a falta de kilómetro y medio para el final Contador se puso de pie y soltó uno de sus furiosos demarrajes que dejó a todos boqueando. Al poco salió tras él Quintana e inmediatamente tras el colombiano, Purito que pasó al de Movistar con su típico cambio de ritmo y juntos fueron tras Contador. Quintana se pegó a la rueda de Joaquim y ya no le volvió a dar el aire en la cara hasta que llegó al hotel y se puso delante del ventilador.

Anacona aguantó bien la subida en cabeza y cruzó primero la línea de meta pero el acelerón final de Contador evitó que se colocara primero en la general. Segundo fue Alexey Lutsenko, que hizo una magnífica subida, y tercero finalizó Damiano Cunego, quien se ganó el sueldo con creces.

Joaquim y Quintana, metro a metro, le recortaban la distancia a Contador hasta que, finalmente, entraron los tres juntos en meta. Valverde, que llegó con veinte segundos de retraso junto a Froome, Aru, Urán y Martin, perdió el liderato en favor de su compañero Quintana. Un poco más atrás llegaron Robert Gesink, Samuel Sánchez y Warren Barguil.

Todo está muy apretado a día de hoy. La contrarreloj del martes con la que se reanuda la carrera servirá para dar más pistas sobre cómo evolucionará la carrera en los próximos días. Aún queda mucha Vuelta y nosotros estaremos pendientes para ver qué más cosas ocurren.

Salud y ciclismo.

Escrito por:

@AbdonRV

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